El color corporativo se refiere a la paleta de colores específica que una empresa elige para representar su identidad visual. Estos colores son seleccionados de manera estratégica y se utilizan de manera consistente en todos los materiales. También se utilizan en medios de la empresa, desde el logotipo y el sitio web hasta los materiales de marketing y las oficinas físicas.
El color corporativo sirve para establecer una identidad visual coherente y reconocible para una marca. Ayuda a diferenciar la empresa de la competencia, crea una impresión visual memorable en la mente de los consumidores y contribuye a la percepción general de la marca.
El objetivo principal del color corporativo es fortalecer la identidad de la marca y comunicar valores, personalidad y mensajes específicos de manera visualmente coherente.
La efectividad del color corporativo puede medirse en términos de reconocimiento de marca, coherencia visual en diferentes plataformas y materiales, así como la capacidad de transmitir los mensajes y valores deseados.
El proceso de desarrollo del color corporativo puede variar en tiempo dependiendo de la complejidad y la velocidad de toma de decisiones. Puede llevar desde unas semanas hasta varios meses, dependiendo de factores como la investigación de mercado, la retroalimentación del cliente y la iteración en el diseño.
Por otro lado, el color corporativo generalmente se revisa y actualiza cuando hay cambios significativos en la estrategia de la marca, cambios en la dirección de la empresa, o cuando se percibe que el esquema de color existente ya no refleja adecuadamente la identidad de la marca.
El proceso de definición del color corporativo implica investigación de mercado, análisis de la competencia, consideración de la psicología y teoría de color, pruebas de diseño y retroalimentación. Un diseñador gráfico o un equipo de diseño suele estar involucrado en la selección y aplicación final del esquema de color corporativo.